lunes, 17 de diciembre de 2012

de Juan Martínez Villergas LVIII




Los amantes de Chinchón
(Parodia de Los amantes de Teruel)
Pieza tragi-cómico-burlesca, en verso
Juan Martínez Villergas
Miguel Agustín Príncipe y Vidaud
Gregorio Romero Larrañaga
Eduardo Asquerino
Gabriel Estrella

[Nota preliminar: En esta edición se ha procedido a la corrección y actualización de la acentuación, puntuación y ortografía (tomamos como referencia las normas ortográficas del año 1999 propuestas por la RAE) debido al escaso interés filológico que suscitan las peculiaridades lingüísticas de una época relativamente próxima a la nuestra. Con la actualización realizada, la interpretación del mensaje de las obras no se ve alterada y su lectura es más cómoda.
Los fenómenos corregidos con mayor frecuencia han sido la supresión de tilde en la preposición «a» y en los monosílabos («dió» pasa a «dio» o «fué» pasa a «fue»), excepto en aquéllos que la requieran, la regularización de la confusión de «g» y «j» para el fonema velar («muger» pasa a «mujer»), la reposición de la «d» intervocálica («cansao» pasa a «cansado»), la supresión de la «s» final en las formas verbales que no la requieren («distes» pasa a «diste»), los casos de leísmo y laísmo y los vulgarismos esporádicos e injustificados («usté» lo convertimos en «usted»).
No hemos llevado a cabo el proceso de corrección cuando las deformaciones lingüísticas son intencionadas (porque caracterizan el habla de algún personaje o grupo social) o tienen valor dentro de la estrofa (al final del verso forma parte de la rima estrófica y en el interior puede modificar el cómputo silábico). En todos esos casos, las expresiones aparecerán en cursiva.
La aparición de expresiones entre corchetes se debe a la ilegibilidad de las mismas en el manuscrito original. Sus equivalencias con las originales no son seguras. (N. del E.)]
PERSONAJES
 

 
PEROTE ASADURA.

MARTÍN MORCILLA.

ROQUE VISAGRA.

DIEGO MORCILLA.

MAQUICA.

RUPERTA.

ZUMOLIMONA.

MARITORNES.

ABEL.

Esquiladores, etc...

Acto único
 
Salón viejo y desmantelado en casa de PEROTE: un tonel y un albardón a un lado; al otro un anafre, un gran perol, cartones y avíos para fabricar fósforos, una silla rota y sobre ella un mandil.
 

Escena I

 
MARTÍN MORCILLA y PEROTE ASADURA.


MARTÍN
Perote Asadura.
 (Saludando grotescamente.) 
PEROTE
Seas bienvenido.

 (Le indica que tome el albardón, y él coge un puchero para equilibrar el pie roto de la silla y se sienta.) 

Tomad esa albarda, que es flaca esta silla.

Sentaos.

MARTÍN
Me place.
PEROTE
Martín de Morcilla,

me halláis en efecto desabastecido.

¿Cómo os va?

MARTÍN
De flatos, algo he padecido.
5
PEROTE
¿Y estáis ya repuesto?
MARTÍN
Ya me repleté.

Don Mingo Cebolla...

PEROTE
Bruto hombre es a fe.

MARTÍN
Pues siempre a la taba llevé de corrido.

PEROTE
Me alegro estéis bueno, así os quiero yo.

Vamos al arroyo del Abroñigal1.
10
MARTÍN
Vamos; aunque quiera deciros que no,

para la limpieza no nos vendrá mal.

PEROTE
Tengo que cortaros...
MARTÍN
¿Cortarme?
PEROTE
Sí tal,

entrambas orejas.

MARTÍN
¿Entrambas a dos?

Tomad la navaja... ¡Pinchadme y adiós!
15
Abridme, Perote, cual cerdo en canal.

PEROTE
Un hombre tan terne besar mis rodillas.

MARTÍN
Besaros la cara, la mano y el pie.

¡Herid!

PEROTE
Mi navaja no corta Morcillas.

MARTÍN
Mi sangre...
PEROTE
A beberla me largo al cané.
20
MARTÍN
No quiero camorras, sucumbo...
PEROTE
¿Por qué?

MARTÍN
Aunque me alumbrasteis dos guantadas, hoy

median dos azumbres. Yo yesero soy

y os debo...

PEROTE
¡Hablad, ca!
MARTÍN
Mucho que lo haré.

Tengo una flaqueza y es que, aunque cristiano,
25
me gustan las turcas y es costumbre eterna

que todas las noches desde la taberna

con una turquita me voy muy ufano.

Hará mes y medio que al sueño liviano

rindiome una de ellas cerca de un pajar
30
y a poco importuno me hizo despertar

borracho un amigo ratero murciano.

En aquel momento pasó una manola

y al verme sin ropa me dio su mantilla.

Me abrigué con ella y en mi pesadilla
35
seguila con una y otra cabriola.

Luego entró en tu cuadra y al juzgarse sola,

dando tres respingos cual falsa borrica,

descubriose y era...

PEROTE
¿Quién era?
MARTÍN
¡Maquica!

PEROTE
¿Mi mujer?
MARTÍN
No marra.
PEROTE
¡Conque ella...! ¡Hola, hola!
40
¿Y os vio?

MARTÍN
¡Lo mismito que pintan a Adán!

PEROTE
¿Os miró?
MARTÍN
Mirome.
PEROTE
¿Adónde?
MARTÍN
A la cara.


 
(Momento de pausa.)


PEROTE
Entonces... amigos.
 (Alargando la mano.) 
MARTÍN
Sí, amigos.
PEROTE
Me holgara

que al fin nuestros chicos...

MARTÍN
Sí, ¡se casarán!

PEROTE
Hoy cúmplese el plazo. Sentiré a un jayán,
45
cual lo es el tío Roque, darle mi Asadura,

pero en la taberna mi palabra aún dura,

que en el mostrador la escribió el tío Juan.

MARTÍN
¡Y Diego no viene!
PEROTE
¡Buen trápala es él!

MARTÍN
Mi chico es trapero, mas trápala no.
50
PEROTE
Pues dicen que pelo de tonto no echó.

MARTÍN
Es hasta las uñas mi retrato fiel.

Quinientos quintales de trapo en Teruel

juró a la Ruperta traerle a Chinchón,

para entrapajarla todo el corazón
55
y hacer menos bárbaro al padre cruel.

PEROTE
Me adulas. ¿Y él qué hizo?
MARTÍN
Pensó lo primero

que Holanda sería tierra de mil trapos

y, en efecto, el mozo arrampló a sopapos

allí mil faldones al noble y pechero.
60
A Nápoles luego largose ligero

y a Trápani2 dijo su empresa algo seria;

pidiole consejos, juez en la materia,

y aun los calzoncillos robó al caballero.

Del príncipe huyendo mi Diego se escapa,
65
y va por coruñas y vivero a Orense,

y creyendo se haga buen trapo en la Trapa3

se zampa en San Juste y se hace trapense.

Cargado de harapos a Chinchón volvía

y esclavo de moros se halló en la Albufera;
70
y como cada uno sobre la mollera

por toca una colcha rollada traía,

al ver tanto lienzo creció su alegría

y fue al cautiverio trampeando el necio.

Con las otomanas jugaba al trapecio
75
por ver si algún trapo del juego salía.

Y allí ha marchitado su edad más cerril.

Después nada supe del mozo brutal.

PEROTE
Allá entre las moras no debe irle mal.

MARTÍN
No, mas por Ruperta dejará él cien mil.
80
PEROTE
Morcilla no viene.
MARTÍN
¡Ah, y Visagra vil

tiene ya en la iglesia listo al sacristán!

PEROTE
¡Paciencia!
MARTÍN
Paciencia.
PEROTE
Me espera el tío Juan.

Pago...

MARTÍN
A la taberna. Sois hombre viril.


 
(Se disputan la salida y se van abrazados con mucho énfasis.)




Escena II

 
MAQUICA y RUPERTA. Ésta entra a remolque, empujada bruscamente por su madre. Sacará una cestilla colgada del brazo y un palo del que hace palillos con una gran navaja.


RUPERTA
¿Me pellizcas?
MAQUICA
¡Ah, embustera!
85
RUPERTA
¡Madre!
MAQUICA
¡Tienes tus humillos!

RUPERTA
¡Yo!
MAQUICA
¿Qué hacías?
RUPERTA
¡Yo!... Palillos.

MAQUICA
No eres mala palillera.

Siéntate.


 
(Siéntase MAQUICA en el albardón y RUPERTA en la silla.)


RUPERTA
Mejor será.

MAQUICA
¡Eh!, no me frunzas las cejas
90
y prepara ambas orejas

para el sermón.

RUPERTA
Agua va.

 (Riendo a carcajadas.) 

MAQUICA
¿Te ríes con tal frescura?

RUPERTA
No, tú acorta cantinelas,

pues me hacen echar las muelas
95
pláticas, aun las del cura.

MAQUICA
Sabes que siempre, Ruperta,

te tuve un amor bestial,

desde que en un albañal

te eché al mundo en una espuerta.
100
Pero hoy mi loca afición

me manda el mundo que enfrene,

y el tal mundo quizá tiene

para mandarlo razón.

Tú eres moza sandia y terca,
105
y aun camorrista y borracha;

para prodigio en muchacha

sólo te falta ser puerca.

Por eso un trapisondilla

a su sabor te hizo el oso
110
y, aunque era un zarrapastroso,

te hizo el alma una tortilla.

RUPERTA
¡Ay, mi Diego Trapalón!

MAQUICA
¿Aún le quieres?
RUPERTA
Aún le quiero.

Trapicheísta trapero,
115
mis trapillos tuyos son.

MAQUICA
Muchacha, no te propases,

de tu padre es un capricho.

Ya a Visagra has dado el dicho

y hoy tal vez con él te cases.
120
RUPERTA
¡Maldición! ¡Con un Visagra!

¡Yo luz, pues de un fosforero

soy la hija, a un carbonero

unirme!... ¡Ah, fortuna magra!

MAQUICA
Pues es mozo y robustón.
125
RUPERTA
Con la pinta de un atún.

MAQUICA
El carbón le da un betún...

RUPERTA
¡Yo amar a un hombre carbón!

A poco de estar casados

de mi rostro los hechizos,
130
¡ay!, por vivir entre tizos

van a parecer ahumados.

MAQUICA
Ya, como ha de ser... Perote

su resolución no anula.

RUPERTA
Cásese con una mula.
135
MAQUICA
Harás que te descogote.

RUPERTA
No importa; mi amor arisco

su decoro ha de mirar.

No he de dejarme enciscar

y encisca el que anda con cisco.
140
MAQUICA
Ruperta...
RUPERTA
¿Qué debo hacer?

MAQUICA
Casarte...
RUPERTA
El empeño es serio.

MAQUICA
Maquica hizo un gatuperio...

RUPERTA
¿Un gatuperio?... A saber.

MAQUICA
Tu padre piensa que soy
145
desollada, necia, sucia,

pero en mi honor limpia y lucia

piensa el imbécil que estoy.

RUPERTA
¿Y es un sueño?
MAQUICA
Sí, cabal.

Un maldito cacharrazo...
150
RUPERTA
¿Sabe papá el lance fiero?

MAQUICA
¡Lo sabe Roque!
RUPERTA
¡Es igual!

¡Ay, déjame que me aflija!

¡Si supondría el zamarro

que era tu honor un cacharro!
155
MAQUICA
Vaya un símil el de mi hija...

En fin, en fin, a tus plantas...

RUPERTA
Pide justicia al alcalde,

mas gastas saliva en balde.

Mereces un par de mantas.
160
MAQUICA
¿No te casas?
RUPERTA
No.
MAQUICA
¡Me pierdes!

RUPERTA
No importa, en vano me apuras

Yo no comí las maduras,

no quiero comer las verdes.



Escena III

 
MAQUICA sola, llorando.


MAQUICA
También como mi amante hago pucheros.
165
¡Y que yo he de sufrir por un zamarro

que comparen mi honor los majaderos,

como dice esa ruin, con un cacharro!

Tal vez Perote en sus instintos fieros

hará que uncida a un buey tire de un carro.
170
Mas no, contra sus manos y pezuñas

voy a afilar mis dientes y mis uñas.



Escena IV

 
MAQUICA y ROQUE.


MAQUICA
Tío Roque.
ROQUE
Tía Maquica, al fin os echo

la vista encima.

MAQUICA
Pues en ese anafre

sentaos y hablar podremos.

ROQUE
¿No repara
175
que si me siento voy a achicharrarme

el envés?

MAQUICA
Decís bien. En esta silla,

con tal que un hábil equilibro guarde,

descansará mejor vuestra persona.

ROQUE
Maquica, oídme sin perder instante,
180
que amor arma gran cisco en los cisqueros.

MAQUICA
Hablad.
ROQUE
Un año entero anduve errante

de bosque en bosque, convirtiendo en cisco

las barbas de los troncos más tenaces.

Siendo Ruperta un tronco, no ha cedido.
185
¿Y ama en mí un hombre de honra y de carácter?

MAQUICA
Poco os sabré decir de esa bicoca,

que ella de mí se guarda...

ROQUE
Sois su madre

y a fe que sabréis bien sus callejuelas.

MAQUICA
Ruperta, distraída con el hambre
190
que nos cerca, no ama. En tal estado

se va amor con la música a otra parte.

ROQUE
Es decir, ¿que Ruperta no me quiere?

MAQUICA
Ni migaja.
ROQUE
Y fuera disparate

otra cosa pensar. Yo me he gastado
195
con los memorialistas veinte reales

en escribirle cartas y a nenguna

la gran bribona quiso contestarme.

Yo le envié una carga de melones,

media arroba de albérchigos, dos pares
200
de ligas de la Mancha, que de fijo

apuesto a que si vemos no las trae.

Los melones y albérchigos entiendo

que los echó a los puercos. Pruebas tales

una cosa harto cierta me confirman,
205
y es que esa vagabunda no me hace

maldito el caso.

MAQUICA
Pues entonces, Roque,

lo mejor que hay que hacer es no apurarse.

Si una puerta se cierra en este mundo

dice un refrán que ciento se nos abren,
210
y coz de yegua no hace mal al potro

y suelto el buey a su placer se lame.

ROQUE
Bien, tía Maquica, si tenéis vergüenza

no me carguéis el alma de refranes.

MAQUICA
Pues para mal casar más vale nunca
215
maridar. Casar mal, ¿qué bien nos trae?

Peloteras y chismes, mala vida,

la fe matrimonial vuelta en vinagre.

Si mi hija que a mí tanto se parece

siendo vuestra mujer alguna os hace...
220
ROQUE
Le rompo una costilla. ¿Este expediente

negaréis que en tal caso es admirable?

Tía Maquica, ese negro pensamiento

vuestra fe conyugal desmiente en parte.

MAQUICA
Ya tres duros y pico de edad tengo.
225
ROQUE
Ya os dejan es verdad, mas hubo antes

sus picos y sus micos.

MAQUICA
¡Ay, tío Roque,

que me rompéis de pena los ijares!

ROQUE
No sois yegua alquilona para eso.

 (Se pasea.) 

Yo amo a Ruperta, la amo como un cafre.
230
Yo hago el feroz en esta jerigonza;

mas sé que os oponéis a nuestro enlace

y para el caso prevenido tengo

un gran secreto y singular brebaje,

traído de Alcorcón.

 (Como amenazando.) 

MAQUICA
 (Aparte.) 
Ya largó el toro.
235
ROQUE
Un cacharrero me lo dio.
MAQUICA
¡Amparadme

cielos! ¡Lo del cacharro!

 (Aparte.) 

Si Asadura

llega a saberlo, a coces me da pase

para la eternidad.

ROQUE
Sí, vieja verde,

yo tengo documentos importantes.
240
El cacharrero y yo vivimos juntos;

él era un bestia y yo era su compadre.

Un percance de amor le hizo beato,

papamoscas, sonámbulo y orate...

MAQUICA
Acabad.
ROQUE
Bien está, lo haré al momento.
245
Diciéndoos con dolor que mi compadre

murió de un estornudo tan horrible

que le rompió los vasos de la sangre.

MAQUICA
¡Constipado feroz! ¿Era en invierno?

ROQUE
Sí, pero es la verdad que mucho antes
250
todo me lo contó. Sabéis amiga,

tengo de vuestro amor pelos señales

y o todos se los doy ahora a Asadura

o concertáis que al punto yo me case

con Ruperta.

MAQUICA
¡Avestruz!
ROQUE
Agur. He dicho,
255
conque irse resolviendo... y aliviarse.

 (Se va.) 



Escena V

 
MAQUICA y MARITORNES. Después ZUMOLIMONA y RUPERTA.


MARITORNES
 (Entrando.) 
Préstame cuatro cuartos, tía Maquica.

MAQUICA
¿De cuándo acá me tienes tú por rica

sino de pena negra y de mal sino?

MARITORNES
Es que ha llegado ahí un peregrino
260
con dátiles, tirantes y peinetas,

triquitraques, matracas y trompetas.

MAQUICA
(Ése es Diego.) ¿De dónde ese fastidio...?

MARITORNES
O viene de la Meca o de presidio.

MAQUICA
Pues a lo que te guste échale el guante.
265
MARITORNES
 (Yéndose.) 
¡Qué conciencia! Maquica es un diamante.


 
(Entra ZUMOLIMONA en traje de peregrino con una capa larga toda cubierta de grandes conchas y pedazos de piel. En una mano trae un pequeño aparato con dátiles, tirantes, etc...; en la otra el chuzo de un sereno. Óyese un rumor como de gente que se acerca.)


ZUMOLIMONA
 (Dirigiendo la palabra a los curiosos que la siguen.) 
Honrados ciudadanos chinchoneses

o chinches o chichones o chincheses,

no conociendo el oriental estilo

en vano echáis por entenderme el quilo.
270

 
(Tiran piedras los de afuera y una le da a ZUMOLIMONA.)


MARITORNES
Entre buen hombre y déjese de cuentos.

ZUMOLIMONA
Llueven aquí granizos más violentos

que allá sobre la cima del Calvario.

MARITORNES
Es que el país es muy hospitalario...

ZUMOLIMONA
¿No es ésta España? (Hagámonos de nuevas.)
275
MARITORNES
Justo.
ZUMOLIMONA
¿En verano aquí se crían brevas?

MARITORNES
Sí tal, y en todo tiempo calabazas,

que luego ocupan las primeras plazas

del estado.

ZUMOLIMONA
¡Silencio! Allá en oriente

muerde el sapo en el paño y pierde el diente.
280
MARITORNES
Pues lo mesmo es aquí.
ZUMOLIMONA
(Celos sin tasa

y sin jícara siento.)

 (A MARITORNES.) 

¿En esta casa

vive un tal Asadura?

MARITORNES
Sí; que acierta

en todo observo.

ZUMOLIMONA
¿Y una tal Ruperta,

hija suya está aquí?

MARITORNES
¡Vaya, y tan mona!
285
ZUMOLIMONA
Dile que hay en Chinchón una persona

que trae nuevas de Diego.

MARITORNES
¡Oh maravilla,

ya viene ella al olor de su Morcilla!
                                                                                    Continuará...

No hay comentarios:

Publicar un comentario