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En 2014 conformamos, a instancias de Jero,
una Peña para jugar semanalmente a la primitiva o a cualquier otro juego de
Loterías y Apuestas. Los 21 actualmente inscritos jugamos puntualmente todas
las semanas, en grupos de cuatro o cinco, por lo que venimos jugando cada uno
una vez al mes. Y ¿quién controla eso?
Pues, por insinuación de Jero, un servidor lleva, ayudado por Whatsapp y
Excel, nueve años jugando con los números y colores, en unas tablas que son la
mar de bonitas. Podrían serlo más, pero nos conformamos con el objetivo
principal de su creación: mantener al grupo “entretenido y unido”.
En 2019, Jero nos “embarca” en otra
actividad que crea adicción: un Taller de lectura. En el que, periódicamente, el “Maestro” da
unas lecciones de Literatura y ofrece al “público” un libro para que, una vez
leído, cada uno de su opinión sobre los aspectos de este que le hayan gustado o
no. No se impone tiempo de lectura, cada uno lee a su ritmo. Hay lectores
“empedernidos” que no tienen bastante con el “alpiste” que se nos suministra, y
otros que estamos a años-luz de ellos. En estos cuatro años habrán pasado por
el taller unos 250 libros.
Dentro del Taller, Jero nos deleita con la
sección: Los poemas de los viernes. Ah, porque no he dicho antes que Jero es un
excelente poeta. La poesía, digo yo, es como el vino: uno puede no entender de
enología, pero si sabe cuándo un vino le gusta. En la poesía ocurre lo mismo,
uno puede no saber de rima, métrica…. pero si sabe cuándo una poesía le llega
al corazón, o refleja la realidad.
Independientemente de los viernes,
aprovecha un hecho relevante de cualquiera del grupo para dedicarle unos
versos. Puede ser para “cantar” tanto las alegrías como las penas o cualquier
situación por la que se esté pasando.
Me viene a colación una circunstancia que
me ocurrió hace dos años: me quedé bloqueado en el ascensor, entre dos pisos.
Y, en el tiempo de espera a que se solucionara el problema, se me ocurrió
contarlo al grupo por whatsaap. Todos los que leyeron el mensaje rápidamente
contestaron, dándome ánimos y con chascarrillos para que la espera fuera más
llevadera. Y el Maestro Jero me dedicó este poema:
ROMANCE DEL PRISIONERO
Al señor Don Pedro el Grande
caballero de Medina,
le han tendido una celada
al regresar a su finca.
Unos diablillos traviesos
de cara desconocida
arrestaron a Don Pedro
y lo encerraron aprisa.
En una mazmorra estuvo
–él creía que por vida–
en una cárcel estrecha,
falto de aire, sin salida.
Pidió auxilio y no le oyeron,
rezó a la Virgen María,
suplicó a todos los santos,
recorrió las letanías.
¿Por qué a él le habían hecho
semejante felonía?
¿Querrían quizás quedarse
con la bolsa que tenía?
Aunque no era un hombre rico
en su casa poseía
los dineros que guardaba.
La dichosa lotería.
Como bragado que era
miedo real no sentía.
Recordaba sus batallas,
las cien ciudades rendidas.
En esto estaba el caballero
cuando notó que se abría
la puerta de aquella cárcel
que ha tiempo lo retenía.
Salió salvo el buen hombre
dando saltos de alegría
y prometiendo el encargo
de cien a doscientas misas.
Mandó mensaje a sus deudos
para darles la noticia
para comunicarles a todos
que había vuelto a la vida.
Sus compañeros de armas
que sufrieron por sus cuitas
ya están contentos y alegres,
y todos se felicitan.
Jerónimo García
Nieto
En otra ocasión que
me “pillé” la gripe, volvió a las andadas con el tema:
ROMANCE DEL CABALLERO
DERROTADO.
Derrotado está en su cama
el caballero Don Pedro,
tumbado por una gripe
que le ha alcanzado de lleno.
No puede moverse el pobre,
le duelen todos los huesos,
tiene escalofríos continuos
y una fiebre del infierno.
Lo peor es que la fiebre
le muestra molinos de viento
y que recubren sus aspas
con "primitivos"
boletos.
Imagina que el molino
va nuestra suerte moliendo
y que se llenan los sacos
con montones de dinero.
¿Qué será de nosotros
con nuestro paladín enfermo?
¿Quién llenará las cuadrículas
de ese dichoso tablero?
Si yo tuviera más vista,
yo sería tu escudero.
Orgulloso de servir
a tan gentil caballero.
Rogamos todos a Dios
se cure pronto, Don Pedro.
Necesitamos su ayuda
por amigo y por lotero.
Jerónimo García Nieto
Y así con los cuarenta y pico que
formamos la Granada.
Y, haciendo bueno ese refrán que dice: es de
bien nacido ser agradecido, a una compañera, Charo, se le ocurrió hacer una
recopilación de la extensa obra de Jero y plasmarla en un libro. Ha contado con
la valiosa colaboración de su familia.
Para las contraportadas me enroló para que
hiciera un semblante de Jero. He aquí el resultado:
Jerónimo García Nieto
Nacido a
mediados del siglo pasado, en el núcleo de población más importante del sureste
salmantino: Béjar, capital o centro de servicios de la comarca de la Sierra de
Béjar, en la comunidad autónoma de Castilla y León. Por esas fechas Béjar
iniciaba su periodo de esplendor gracias a la industria textil. La Sierra de
Béjar, por sus características, es declarada Reserva de la Biosfera por la
UNESCO. Así como el Conjunto Histórico Artístico del Casco Antiguo de Béjar es
declarado Bien de Interés Cultural y Patrimonio Histórico de España.
Con
estos antecedentes no nos podía salir Jero de otra forma que como nos ha
salido. El núcleo de su formación lo llevó a cabo en nuestra bonita y querida
Ávila, donde se “graduó” como Maestro. Profesión que ha ejercido en las
comunidades de Castilla y León y País Vasco.
Pero no
nos vamos a quedar solo con lo oficial, porque Jero se ha graduado en la
Universidad de la Vida como:
Hortelano: plantando un granado en Ávila, de cuyo fruto seguimos
aprovechándonos y formando parte de este.
Vigilante y “Avivador del fuego”, como muy bien dice en una de sus
creaciones.
Poeta,
sigue demostrándonoslo semana tras semana, en su sección “El poema de los
viernes”.
Gran
padre: como lo atestigua su hija y gran Abuelo como va descubriendo su nieto.
Cometa,
por toda la estela de alumnos, amigos, compañeros… que le siguen queriendo. (de
una alumna)
Al
enseñarnos la importancia de los valores y la sensibilidad de las emociones,
consigue ser “importante y necesario” en la vida de los que le rodean. (de su
hija)
Referente, “hay personas que marcan tu vida” (de
un alumno).
Sabio,
con una sabiduría especial (de una amiga)
Faro,
“por seguir alumbrando mis silencios…”
(de un alumno).
Moldeador, “todo lo que soy comenzó hace 45 años, con una persona
enamorada de su oficio de profesor”. (de un alumno).
Pintor,
“nos enseñó a pintar nuestra vida de colores” así como el valor del esfuerzo y
a no rendirse jamás. (de un alumno).
Vidriero, trata de que todos los que le seguimos tengamos el alma de
plata para, así, poder devolverle, en la misma medida, todo el aprecio que nos
envía.
A su
polifacética actividad hay que agregarle su inmensa y desinteresada acción
solidaria, transmitiendo, en todas sus comunicaciones, positividad.
Y
disfrutamos de todas sus cualidades porque “no hay nada más bonito que expresar
los sentimientos, cuando aún pueden escucharte” (de su hija).
Todo esto es un extracto, obtenido de las
Redes Sociales, pero que todos y cada uno de los granos de la GRANADA, lo
suscribimos.
Pedro
Bragado